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Blog de Rosario Pancorbo

jueves, 22 de enero de 2015

Elegía a Antonio Javier Puertollano.



Porque los días nublados, incluso, lucen bellos, siempre que  el recuerdo de su risa ilumina esta oscuridad.

Porque lo sientes dentro como el latido incesante de la vida, ese es el eco de ti mismo en la otra orilla.




Scala & Kolacny Brothers: With or Without You



He amado, llorado y roto mi corazón en infinitos cristales...
Me he llenado de ti y he muerto contigo...
Ahora mi reflejo es sucedáneo del recuerdo, ahora que no te tengo enmudezco, y vivo sin sentir, porque no me dejan morir,  tampoco sé cómo hacerlo...
No recuerdo ya la risa sin tu risa... ni tu estruendo de alegría...
No decirte más, no mirarte, ni sentirte: me desconsuela, me deseca, me envejece y poco a poco acaba con esta vida, que teniéndola no la siento y que sin la tuya no la entiendo.

Quedo en blanco, sin vocales ni consonantes, bañada en pena, sin poder clamar tu nombre un instante.

En los suspiros que anidan mi vida dejas un amargo trago sin rima.


Este corazón doblegado de dolor mengua, latiendo por la inercia del misterio primigenio. 

Texto: Rosario Pancorbo.

lunes, 12 de enero de 2015

Noche desvelada





      Hoy quisiera dedicar esta primera entrada del año en mi blog a una persona que, aunque no la conozco personalmente, tengo a veces la grata sensación de sentir que la conozco desde siempre… será ese misterio que reside en el instinto… El que pocas veces nos traiciona.

Gracias Isidro Cristóbal, por tu gran generosidad, cariño y entrega a los demás. Te deseo Vida, una hermosa y larga Vida. 

Los que conocen mi tinta sabrán que ella habla, casi siempre, de Amor. Aquello que me llena, me mueve y da fuerza, por lo que me decanto en cualquier caso. También habla de desamor… cómo no, en ocasiones una cosa, indefectiblemente, lleva a la otra, algo no tan agradable, pero igualmente preceptivo en este viaje llamado vida.

Hace unos días recibí un bonito premio de una estimada persona, de la que hablo en este enunciado. La imagen oficial y central de dicho premio es un bonito corazón carmesí, el que me inspira nuevamente, y me lleva a inaugurar este apenas recién estrenado año con unas líneas que transitan enamoradas y colgadas sempiternamente de las más brillantes estrellas. 





Noche desvelada:


Esta noche podría tejer tu nombre en el cielo más hermoso, y así hacer el mosaico más bello con las estrellas más radiantes. En este desvelo podría cincelarles mi amor, así una simple mirada tuya entendería todo aquello que guardo, aquello que no se ve y que nunca sentirás, pero que anidado en los más dulces acordes de mi tinta y pergamino por siempre te hablará. 

Esta noche desvelada podría susurrarle a tu brisa amada, como tantas otras veces: te quiero, así una simple corriente acariciaría la piel que mía es, la piel que tanto amé. 

Hoy sería de esas noches... 

Es tanto el sentimiento que estremece mi más íntima y tímida sensibilidad que la simple estela de mi esencia colmaría los deseos de aquellos tiempos pasados, vividos, por siempre compartidos. 

P.D. Por aquellos tiempos que cegaron miradas pero iluminaron almas.

No importa el paso del tiempo cuando los sentimientos siguen intactos.



Texto: Rosario Pancorbo.